El corazón quiere lo que quiere...
Diantha Halstow no es como ninguna otra mujer de la sociedad de la Regencia.
Con su gran fortuna, su rostro recatado y su hermosa figura, debería ser una joven muy codiciada.
Pero hay un problema: Diantha no cree en el amor y se asegura de que cualquier soltero enamorado lo sepa.
Los pretendientes pueden probar suerte, pero Diantha no es de las que se muerden la lengua, algo que hace que su tía, Lady Greenbourne, se desespere de ella y de su forma de hablar tan poco propia de una dama.
Mientras tanto, Rexford Lytham ha heredado el título de conde de Chartridge de su tío y, con él, las gigantescas deudas del anciano.
Parece que la única forma de salvar la abadía de Chartridge y a sus inquilinos es que Rex se case con una dama rica.
Pero Rex desconfía del amor tanto como Diantha.
Sus amigos y su hermano, el mayor George Lytham, conspiran para emparejarlo con Diantha, mientras que Lady Greenbourne cree que un joven sensato como Rex es perfecto para la poco romántica Diantha.
Sin embargo, los dos jóvenes solteros no tardan en adivinar el complot de sus parientes y conspiran para frustrarlo.
Sin embargo, Diantha queda impresionada por la honestidad de Rex y, a su vez, él queda impresionado por el razonamiento de ella.
Así que acuerdan casarse en una unión de conveniencia: Rex por su fortuna y Diantha por su título y su libertad.
Pero parece que Rex oculta un oscuro secreto y Diantha está decidida a descubrirlo.
Mientras se dedican a arreglar el patrimonio y las deudas de Rex, y a ayudar a sus amigos y parientes por el camino, Diantha intenta por todos los medios sonsacarle la verdad a Rex.
Diantha sabe que esto no debería preocuparla; al fin y al cabo, ninguno de los dos es tan irracional como para enamorarse el uno del otro, ¿no?
¿O no son tan inmunes al amor como ninguno de los dos pensaba?
Mientras la guerra se cierne de nuevo sobre Europa, tal vez la razón ya no importe...
No hay comentarios:
Publicar un comentario