Querido Horrible Jefe Gruñón,
Apestas como abogado. Ni siquiera sé cómo aprobaste el título. Por si no lo
sabías, no puedes despedirme sólo porque tenga un trabajo a tiempo parcial
trabajando en despedidas de solteros. Lo que haga el fin de semana no es asunto
tuyo y no forma parte de mi contrato de trabajo.
En cuanto consiga mi gran oportunidad como actriz, dejaré de ser tu empleada.
Estoy literalmente contando los días. Debes estar soñando si crees que voy a
trabajar de 6 de la mañana a 9 de la noche durante el próximo mes sólo para que
no me denuncies a Recursos Humanos. Adelante, denúnciame.
A ver si me importa, señor abogado playboy. No estás tan bueno y no te quiero.
Además, deja de mandarme emails por la noche con listas de cosas por hacer.
Tu asistente muy mal pagada,
Lila Haversham
Lila,
Espero que puedas contar hasta el infinito porque esos son los días que vas a trabajar para mí. Si tu actuación es tan buena como tu baile, no lo vas a conseguir pronto.
Cinco palabras acerca de «No dejes el trabajo diario».
Tu muy bien pagado y guapo jefe,
Max Spector
P.D. Esta noche llegará un teléfono nuevo para que podamos comunicarnos por SMS
y no por correo electrónico. O si lo prefieres, podemos comunicarnos desde mi
cama. ¿O no recuerdas nuestra conversación del sábado por la noche?
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