Kate acaba de mudarse por
decimotercera vez, y solo tiene veinte años.
Acaba de conocer a un padre del que no sabía nada.
Y su madre es una mentirosa.
Eso resume por qué se emborrachó hasta desmayarse, pero su imprudente intento
de olvidar la realidad ha fracasado.
Kate no está buscando amor; necesita amigos. No es que vaya a tener alguno. No
confía en nadie en su nuevo y rápido mundo de riqueza, privilegios y mentiras.
Y debería tener cuidado. Solo ha rozado la superficie de los secretos que la
rodean.
No hay comentarios:
Publicar un comentario