Debería haber sido una investigación rutinaria. En cambio, el agente K-9 de la DEA, Adam “Deck” Decker, observa con horror cómo un hospital de Denver parece ser la Zona Cero de las sobredosis de una nueva droga. Ahora Deck solo puede esperar que cierta doctora de Urgencias de ojos verdes le ayude a él y su compañero canino a localizar la mortal fuente.
La doctora Tori Sampson tiene sus razones para no confiar en los agentes federales especialmente en los que trabajan para la DEA. Pero la racha de sobredosis… incluyendo un desgarrador caso que involucra a un adolescente… es alarmantemente alta. Y el nuevo opioide no solo es extremadamente peligroso sino que desafía todos los tratamientos médicos habituales. Así que Tori tiene que elegir: trabajar con el agente de la DEA, grande musculoso y molestamente caliente… o ver morir a más gente inocente.
Tori es la única persona que puede ayudar a Deck a resolver el caso, y tendrán
que confiar el uno en el otro, sin importar que la tensión y la atracción que
se desata entre ellos sea muy alta. Pero con cada pregunta respondida, se dan
cuenta de que hay algo más detrás de estas típicas sobredosis de adolescentes.
Hay un patrón aquí, y un patrón que solo puede sugerir una cosa. Hay un asesino
suelto.
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