A los dioses les encanta jugar
con nosotros, los simples mortales. Y cada cien años, se lo permitimos...
Nunca he sido favorecida por los dioses. Lejos de eso, gracias a Zeus.
Vivo como una condenada asistente de la Orden de los Ladrones, agacho la cabeza
y espero que los caprichosos seres que gobiernan desde el Olimpo no se fijen en
mí. No es una hazaña fácil, dado que San Francisco es la ciudad patrona de
Zeus, pero me las apaño. Sobrevivo. Hasta la noche en que me enredo con un dios
diferente.
El peor dios. Hades.
Porque Hades juega con sus propias reglas... y la Muerte ganará a cualquier
precio.
En The Games Gods Play, los dioses griegos caminan entre nosotros y son tan
indescriptiblemente bellos como mortíferos. Como tal, esta historia contiene
elementos que podrían no ser adecuados para todos los lectores, incluyendo
sangre, crueldad, violencia (humana, de dioses y de monstruos por igual),
situaciones peligrosas, hospitalización, enfermedad, lesiones, vómitos, abuso,
intimidación, robo, aislamiento, muerte, dolor, uso de alcohol, fobias comunes
(incluyendo alturas, quemaduras, ahogamiento, insectos y oscuridad), lenguaje
gráfico y actividad sexual en la página. Los lectores que puedan ser sensibles
a estos elementos, por favor, tomen nota, y prepárense para entrar en el
Crisol....
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