Nunca olvidaré la primera vez que
vi a Nora Fisher. La forma en que mi corazón se aceleró en mi pecho y la sangre
corrió a través de cada parte de mí. Me senti atraído por ella en el momento en
que nuestros ojos se encontraron.
Ella era hermosa.
Resguardada.
Dañada.
Igual que yo.
Nunca quise lastimar a la única
mujer que he amado. Ella era clara, y yo era oscuro, proyectando sombras sobre
todo lo que me rodeaba. Dejarla ir significaba regresar en espiral a la
oscuridad de la que sólo Nora podía sacarme. Pero me sacrificaría mil veces por
ella.
Cuatro años más tarde, ha vuelto
y la pasión que enciende hace que la lucha por ella sea más fuerte. Pero cuanto
más trato de hacer las cosas bien, más me doy cuenta de lo complicadas que se
han vuelto las cosas.
Y ahora estoy empezando a ver qué
tal vez su luz nunca estuvo destinada a ser mía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario