Win Halliday vive una vida
extraordinaria.
Cuando él se mueve, el resto del mundo se mueve con él. Como heredero del
apellido y la fortuna Halliday, toda la vida de Win ha sido cuidadosamente
orquestada desde el momento en que vino al mundo. Nunca se le ha permitido
aspirar a nada fuera de ese plan, incluido el amor. Tras la tragedia que siguió
a su hermano menor persiguiendo su insensato corazón, la Matriarca Halliday
insiste en elegir una novia que esté a la altura de sus escandalosamente
elevados estándares.
Por desgracia, a pesar de todas las solteras ansiosas, la única mujer con la
que Win consideraría casarse no se encuentra en ninguna parte de la lista de su
madre.
Le ha echado el ojo a la excepcionalmente ordinaria Channing Harvey.
Hay tanta historia y odio entre los dos, que un felices para siempre es
imposible. Win no necesita un para siempre, sólo necesita quitarse a su
tiránica madre de encima.
A Channing no le interesan sus millones ni su ridícula oferta de matrimonio por
contrato, pero está a punto de enterarse de que Win Halliday es implacable.
Ésta es la primera decisión que Win toma pensando sólo en sí mismo, y nada va a
impedir que consiga lo que quiere.
Se van a casar, y que Dios ayude a quien se interponga en el camino de Win,
incluida su muy reacia futura esposa.
Los únicos monstruos de esta novela son humanos. Pero siguen dando miedo.
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