Hay tres reglas que Brooke
Sullivan debe seguir como nueva enfermera practicante en una prisión de máxima
seguridad para hombres:
Tratar a todos los prisioneros
con respeto.
Nunca revelar información
personal.
Jamás, bajo ninguna
circunstancia, entablar amistad con los internos.
Pero nadie en el personal de la prisión sabe que Brooke ya ha roto las reglas. Nadie sabe acerca de su conexión íntima con Shane Nelson, uno de los internos más notorios y peligrosos de la penitenciaría.
Y ciertamente no saben que Shane fue el amor de secundaria de Brooke, el mariscal de campo estrella que ahora pasará el resto de su vida en prisión por una serie de asesinatos atroces. Ni que el testimonio de Brooke fue lo que lo llevó allí.
Pero Shane lo sabe.
Y nunca lo olvidará.
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