¿A quién no le gustaría pasar unos meses de gira por todo el país?
¿Mencioné que el famoso músico que encabeza la gira es el exesposo que te
abandonó?
Cuando conocí a Levi Truin, éramos jóvenes, ricos, famosos y hermosos. Nada podía salir mal, teníamos el mundo a nuestro alcance. Excepto que millones de dólares, matrimonio y un bebé todo antes de los veintidós no es todo diversión y juegos. Y cuando mi indiscreción hizo que todo se viniera abajo, no éramos más que otra pareja de Hollywood en la sala de montaje.
Siete años después, Levi y yo somos el ejemplo a seguir de crianza
ejemplar. Asistimos a eventos de alfombra roja para apoyarnos mutuamente, a
cenas los domingos por la noche por el bien de nuestra hija y a actos de su
colegio privado, donde guardamos sitio y mantenemos una conversación educada.
Los artículos nos pintan de la forma más saludable, porque ninguno de ellos
conoce la verdad.
Así que cuando quiere llevar a nuestra hija de gira, tengo que tomar una
decisión. Dejar que pasee por los escenarios con una niñera o acompañarlo y sobrevivir
de alguna manera durmiendo en una litera debajo de mi ex durante meses.
Nos vamos de gira, llevando nuestros demonios y desamores con nosotros.
Y cuando pasamos las noches juntos, con las luces de la autopista parpadeando
junto a las ventanillas, esa chispa familiar vuelve a encenderse. Hablamos de
viejas heridas, las que guardaba celosamente salen a la luz y mi
exesposo me hace confesiones que llevaba años esperando. Contra todo
pronóstico, puede que vuelva a amarme.
Pero entonces los sucios detalles de nuestra ruptura se filtran a la
prensa y la nueva relación podría estar condenada desde el principio.
Las mentiras, el silencio y la falta de comunicación son las cosas que nos separaron. ¿Podremos superar nuestras cicatrices y reunir a nuestra familia después de todo lo que hemos pasado?
No hay comentarios:
Publicar un comentario