En Arcadia, el invierno no tiene corazón.
Me gano la vida haciendo vestidos mágicos. No soy lo suficientemente rica o bonita para usarlos, pero amo lo que hago, trabajando en la tienda de mi familia en Carnaby Street en Londres, hasta que aparece el fae.
Es un secuestro directo, y antes de darme cuenta, me llevan a este lugar invernal de corazones fríos y hermosas pesadillas, pero eso no es lo peor.
La peor parte es que creen que soy fae, y se supone que debo participar en una competición contra muchas otras mujeres que han estado entrenando toda su vida para esto. ¿El premio? La ganadora se casa con el Príncipe.
En la superficie, eso suena casi como un cuento de hadas, solo que esta competición es brutal y sangrienta, y el Príncipe es el idiota que me secuestró. No puedo acercarme demasiado a él o sabrá que no soy fae, y entonces estaré muerta. Pero quiero acercarme a él. Su cuerpo arde con el fuego de una estrella fría y me atrae.
Necesito luchar contra la atracción y sobrevivir el tiempo suficiente para encontrar una manera de salir de aquí, pero estos faes invernales no lo pondrán fácil.
A veces, el calor puede encontrarte incluso en las profundidades del invierno.
Hace un par de semanas, me robaron de mi casa y me obligaron a participar en una antigua ceremonia fae; solo que alguien cometió un error porque no soy fae, y si el Príncipe de Invierno se entera, estoy muerta.
Cuando un giro inesperado de repente reduce la Selección Real al filo de una navaja, lo mejor que puedo hacer es bajar la cabeza y tratar de sobrevivir, pero el Príncipe tiene otros planes.
Una parte de mí me grita que lo mantenga a distancia, pero otra parte me acerca más al fae brutalmente hermoso, y eso conseguirá que me maten.
Cree que soy su alma gemela, pero eso es imposible porque se supone que ni siquiera debo estar aquí. Entonces, ¿por qué me siento exasperantemente atraída por él? Necesito respuestas, solo que para conseguirlas tendré que jugar con fuego y esperar que no nos queme vivos a los dos.
En el bosque gélido al borde de una tormenta, me encontraré a mí misma o moriré en el intento.
Soy una fugitiva de la ciudad fae de Windhelm, acusada de un asesinato que no cometí. Solo logré salir de sus mazmorras por suerte, y ahora estoy huyendo, pero también lo está el Príncipe.
Nadie sabe dónde está, pero mis instintos me empujan hacia la Veridian; una
rugiente tempestad de magia oscura que vaga por la tierra de los faes de
invierno.
Sin embargo, nuestro viaje por el bosque se ve interrumpido por un grupo de
faes que se apoderan de nuestro carruaje y nos llevan a su pueblo como
prisioneras. La marca en mi mano, la marca del lobo blanco, es lo único que
evita que nos maten directamente, pero si no puedo probar que mi marca es real,
solo estoy prolongando lo inevitable.
No tengo tiempo para esta gente. Necesito encontrar a Cillian antes de que haga algo estúpido, pero no tengo muchas opciones.
Para salvar Arcadia, debo volar al corazón de la tormenta.
Hay una profecía de que el lobo blanco salvará a Arcadia de las garras de una terrible tormenta.
Soy el lobo blanco, pero incluso yo tengo problemas para creer la profecía.
El ex príncipe Radulf está destinado a estar muerto, pero no lo está. Su espíritu ha tomado posesión del cuerpo del Príncipe Cillian, y si eso no fuera lo suficientemente malo, cualquier vínculo del alma que el Príncipe y yo teníamos se ha ido.
La única forma de volver a forjar mi vínculo con el Príncipe es ganar la Selección Real, pero la ciudad de Windhelm piensa que soy una asesina y puede matarme tan pronto como cruce sus puertas.
Es una oportunidad que voy a tener que correr, porque si fallo, entonces no solo será Arcadia la que caiga, sino también la Tierra una vez que los ejércitos de invierno se estrellen contra los portales como avalanchas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario