Antes, Brynn tuvo un grupo de mejores amigos, un novio cariñoso, un talento en cerámica. Tenía una vida. Y después… no tenía nada.
Cuando Brynn perdió el novio que nunca la amó, a los amigos que ellos sienten que los traicionó, y la nueva vida que apenas comenzaba a crecer dentro de ella, cree que su futuro está tan vacío como su cuerpo. Pero luego Christian, el chico de al lado, empieza a visitarla. Tocando su guitarra y animándola a crear arte una vez más. Conoce a nuevos amigos en el centro de la comunidad local, e incluso su papá llega a mirarla a los ojos una vez más… o algo así.
Pero puede Brynn abrir su corazón para encontrar la belleza propia de su vida, ¿cuándo vivir para el futuro significa dejar atrás el pasado?
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