Brie odia a los faes y se niega a tener nada que ver con ellos, incluso si eso significa morirse de hambre en la calle. Pero cuando su hermana es vendida al sádico rey de la Corte Unseelie para pagar una deuda, hará lo que sea necesario para recuperarla: incluso hacer un trato con el propio rey para robar tres reliquias mágicas de la Corte Seelie.
Obtener acceso sin restricciones a la Corte Seelie es más fácil decirlo que hacerlo. La única opción de Brie es hacerse pasar por una novia potencial para el príncipe Ronan, y pronto se enamora de él. Indispuesta a dejar que su corazón la distraiga, acepta la ayuda de una banda de inadaptados Unseelie con su propia agenda secreta. Mientras Brie pasa tiempo con Finn, su líder misterioso, lucha por resistirse a su encanto seductor.
Atrapada entre dos cortes peligrosas, Brie debe decidir en quién confiar su
lealtad. Y su corazón.
Después de que la hermana de
Abriella fuera vendida a los fae, pensó que la vida no podía empeorar. Pero
cuando de repente se encuentra atrapada en una red de mentiras de su propia
creación, amando a dos príncipes y sin confiar en ninguno, las cosas no son tan
claras como pensó alguna vez.
Mientras se desarrolla una guerra civil en la Corte de la Oscuridad, Brie se ve
incapaz de elegir un bando. ¿Cómo puede saber cuál es su posición cuando ya ni
siquiera se conoce a sí misma? En este emocionante viaje oscuramente romántico,
cuanto más se desgarra Faerie desde el interior, más claro se vuelve que las
profecías no mienten y Brie tiene un papel que desempeñar en el destino de este
reino mágico, le guste o no.
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