¿Es amor, o ella es solo su
amuleto de buena suerte?
Lilah no está segura de qué le dolió más: el día que Ethan la dejó para concentrarse en su carrera de hockey, o el día que regresó ocho años después. Él puede pensar que pueden retomarlo justo donde lo dejaron, pero ya no es la misma chica y jamás quiere volver a serlo.
Ethan Kane quiere de vuelta su
gloria. Y eso incluye tener a Lilah a su lado. Con ella, él era mágico. Eran
mágicos. Todo lo que tiene que hacer es hacerle ver eso a ella.
Sin embargo, justo cuando Lilah finalmente podría estar lista para dejarlo entrar, descubre que su encuentro no tiene nada que ver con ella y todo que ver con su juego. Pero Ethan ya la perdió una vez, e incluso si le cuesta su carrera, hará cualquier cosa para evitar perderla nuevamente.
Hablemos de una presentación
embarazosa. En su primer día en la escuela de leyes; Kailyn se topó, de manera
muy literal, con el actor de quién estuvo enamorada cuando era adolescente, y
terminó con él tirado encima de ella. Mortificada al descubrir que el Daxton
Hughes también era uno de los estudiantes de su clase, la vergüenza que sintió
por su adorable encuentro se convirtió rápidamente en una amistad que jamás
esperó. Por supuesto, tampoco vio venir su traición...
Ahora, ocho años después, Dax
está en su oficina pidiendo su asesoramiento legal. A pesar de su enojo, Kailyn
no puede evitar sentir pena por el hombre devastado que acaba de convertirse en
el único tutor de su hermana de trece años. Pero cuando su jefe se entera del
nuevo cliente famoso de Kailyn, hay aún más en juego que los problemas de
custodia de Dax: si consigue que Dax trabaje en su firma, ella será promovida a
socia.
A medida que Kailyn pasa más tiempo con Dax y su hermana, comienza a sentir que son como una familia y se da cuenta de que la química que tenían hace tantos años es tan fresca como siempre. ¿Pero podrán perdonar los errores del pasado o una traición conducirá a otra?
Blaire Calloway ha planeado cada
momento, digno de Instagram, del lanzamiento de su tienda de pastelitos y
cócteles hasta el más mínimo detalle. ¿Qué no planeó? Que Ronan Knight y su bar
deportivo de la vieja escuela de al lado abrieran el mismo día. Puede que sea
estupendamente atractivo, pero Blaire no ha pasado años obsesionada con la
crema de mantequilla y el bourbon para que arruine su oportunidad de alcanzar
el éxito.
Desde el lanzamiento de hacha (en el lugar de él) hasta los concursos de glaseado (en el de ella), Blaire y Ronan están constantemente compitiendo en una batalla para ganar nuevos clientes. Pero con cada enfrentamiento, también hay una química innegable. Cuando una amenaza aún mayor para sus negocios llega a la ciudad, se ven obligados a hacer una tregua en su propia guerra y trabajar juntos. Y cuanto más tiempo pasa Blaire conociendo al verdadero Ronan, más se pregunta si es posible tener su pastelito y comérselo también.
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