¿Alguna vez has mirado a alguien
y lo sabías, sabías que los habían puesto en tu vida por algo?
Esa persona que no solo sería tu mejor amigo, ¿sino también absolutamente
todo?
Así me sentí la primera vez que lo vi.
Ese día que, con unas pocas palabras cambiarían nuestras vidas para siempre...
No tengas miedo, dijo…
La vida puede cambiar tan rápido.
En un momento puedes estar sonriendo y sintiendo que estás sobre las
nubes, y al siguiente, todo lo que amas y aprecias se derrumba a tus
pies.
Le dije que luchara. Le dije que
lo necesitaba.
Nosotros lo necesitábamos.
Pero hay algunas luchas que no se pueden ganar...
Era mi ángel entonces, y todavía
lo es.
De alguna forma, aún nos protege, dándonos un futuro.
A veces es como si todavía pudiera sentir su presencia, guiándonos y
manteniéndonos a salvo.
Así que no tendré miedo.
Viviré. Pelearé.
Es lo que él habría querido.
Lo haré por él…
No hay comentarios:
Publicar un comentario