1. RAPHAEL
Son los Caídos. Una hermandad de
asesinos cuya naturaleza los obliga a matar. Pero guiados por su líder,
Gabriel, los Caídos han aprendido a usar sus impulsos para librar al mundo de
aquellos que están mejor sin ellos.
Para Raphael, el sexo y la
muerte están entrelazados. Donde hay uno, debe haber otro. Es un asesino de
lujuria, atrayendo a sus víctimas con la cara de un ángel y un cuerpo
construido para el pecado.
Y Raphael vive para pecar.
Su misión más reciente lo lleva
al sádico inframundo de los clubes sexuales secretos de Boston, y lo pone cara
a cara con su mayor fantasía hecha carne.
Maria es todo lo que siempre ha
soñado, la muerte que siempre ha deseado. Ella no es su objetivo. Y sabe que
debe resistirse. Pero la tentación es demasiado fuerte...
Pero Raphael no es el
único con una misión. Maria no es exactamente lo que parece. Y a medida que sus
secretos y la revelación de Raphael se desentrañan, Maria comienza a
cuestionar todo lo que ella creía saber; sobre el mal, sobre el lugar que ella
llama hogar, y sobre el bello pecador que fue enviada a destruir.
Romance oscuro y contemporáneo. Contiene situaciones sexuales, violencia, temas
sensibles y tabúes, lenguaje ofensivo y temas que algunos pueden encontrar
desencadenantes. Recomendado para mayores de 18 años.
2. JEGUDIEL
Ellos son los Caídos.
Una hermandad de asesinos cuya naturaleza les obliga a matar. Pero guiados por
su líder, Gabriel, los Caídos han aprendido a usar sus impulsos para librar al
mundo de aquellos que están mejor sin ellos.
Control. Diel ha pasado toda su vida bajo él. Sus años de infancia los pasó en
el sádico cautiverio de los Hermanos. Ahora los Caídos son libres, pero el
monstruo que vive dentro de Diel no lo es, no puede serlo. La oscuridad que
lleva dentro es frenada por un collar eléctrico, lo único que le impide a Diel
matar a todos los que se encuentran en su camino.
El monstruo de Diel anhela la libertad, la libertad de destrozar a los
sacerdotes de los Hermanos, a todos los que pueda; uno tras otro, en una
matanza frenética y liberadora. Cuando a Diel se le concede una muestra de esa
libertad, espera la sed de sangre, la violencia y la muerte.
No esperaba encontrarla a ella.
Los Caídos no son los únicos que persiguen la destrucción de los Hermanos. No
son los únicos que sufren a manos de los sacerdotes. Esto lo descubre Diel
cuando se topa con Noa, segunda al mando del Aquelarre, un grupo de mujeres que
están decididas a acabar con los Hermanos.
Desde el momento en que se encuentran, Noa parece entender a Diel como nadie lo
había hecho antes. No tiene miedo de su rabia, del monstruo sediento de sangre
que habita en su interior.
Porque también hay una oscuridad dentro de Noa y reconoce la de Diel como si
fuera la mitad que le falta a su alma. Durante años ha intentado reprimirla,
pero a medida que se siente ineludiblemente atraída por el hombre del collar
lleno de furia, empieza a preguntarse si podrá seguir luchando.
Empieza a preguntarse si incluso debería hacerlo...
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