Un ex soldado de la mafia rusa es
contratado para proteger a la hija menor de un amigo, pero él sabe qué hará más
que mantenerla a salvo; la hará suya. Para siempre.
Si simplemente susurrara mi nombre, me pondría a sus pies, implorando tocarla,
aunque supiera que no me pertenece, pasaría mis manos por la dulce inocencia
con la que me provoca.
No puedo evitar pensar que tal vez alguien debería haberla protegido de mí.
Ivan le roba el aliento, algo que ningún chico jamás ha hecho. Por otra parte,
está lejos de ser un niño. Este hombre, este hombre que parece que podría matar
a alguien con el movimiento de una muñeca, es todo. Él es su futuro.
No puedo dejarla ir y no renunciaré a ella. He hecho cosas malas en mi vida, y
no la merezco. Pero no puedo hacer lo más honorable.
Nunca he sido honorable, y no voy a empezar ahora.
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